Arquitectos: Oficina Informal – Antonio Yemail + Juan Carlos Yepes Ubicación: Bogotá, Colombia Cliente: Paniqueso Ltda Sistemas gráficos: P576 Construcción: Oficina informal Área construida: 360m2 Costo de la obra: US600 x m2 Año: 2011 Fotografías: Cortesía de Oficina Informal
Paniqueso es una panadería y planta de producción ubicada dentro de un supermercado de cadena. El proyecto ocupa una franja longitudinal de 35 mts dentro del distribuidas en tres cuerpos, cada uno asociada a un tipo de producto ofertado en el local: delikatessen, Productos de consumo rápido y panadería. Estas tres franjas paralelas se entrecurzan y conforman una zona de actividades compartidad – producción, exhibición, venta y consumo- en el área central del proyecto. En este nodo es también la conexión con la zona posterior al local que alberga una compleja planta de producción de pan y alimentos.
El proyecto se ha desarrollado a traves de los siguientes parámetros:
Un espacio bastadardo Por alguna razón nos sentimos pertenecientes a una generación que ha heredado cierto desprecio por este tipo de arquitectura comercial en grandes superficies. Quizás porque representa lo opuesto a la expresión pública y la participación popular, no lo sabemos bien. Pero lo cierto es que para un espectro considerable de la profesión esta resulta ser sinónimo de perversión por ser al mismo tiempo tan genérica, fácil, iluminada y colorida.
Pero también es cierto que con el tiempo hemos sido capaces de mirar todo esto con optimismo y encontrar en esa imagen algo que nos atrae. Tal vez por que nos parece familiar al ambiente de las portadas de Richard Hawley, la ficción de los relatos de Venturi y Scott Brown en las Vegas o para no ir tan lejos con lo ordinaria y eficaz que puede llegar a ser la atmosfera del comercio informal de una ciudad como Bogotá.
La indefinición de lo público en medio de lo genérico El diseño de un espacio comercial exige garantías en el funcionamiento técnico y el uso racional de los m2 cuadrados en pro de la exceptivas de rentabilidad del cliente – en este caso una industria 100% local con miras a competir con otras marcas multinacionales, otro factor que nos seduce-.
Nuestro punto de partida está en la respuesta espacial a un pregunta estratégica ¿Cual es la oportunidad que plantea la relación de coexistencia, sin continuidad ni choque, entre un espacio con un programa bastante claro (supermercado) y otro que busca replicar la indefinición propia del espacio público y la cercanía de lo doméstico?
En medio de la “aridez” en los discursos formales de un supermercado de cadena, hemos querido matizar la presencia de esta panadería asumiendo el riesgo de tomar decisiones de diseño guiadas por la intuición y la remezcla de imágenes. Dicho de otro modo, hemos ocupado el espacio amplificado con más color, más formas y ciertos artilugios técnicos y relacionales que transponen lógicas externas –lo público y lo doméstico- y que nos pudieran llevar a un proyecto inesperado.
Una colonia de Robots Vintage El proyecto está habitado por 24 especies de objetos que han sido pensados como una familia objetual. Una familia por que responde a rasgos formales y materiales comunes pero que son flexibles y múltiples en sus formato de uso. Desde exhibidiores que se desplazan por los corredores, hasta mesas que se despliegan para exhibir las oferta del día, esta colonia de “mobiliario mascota” explora condiciones de transmisión de confianza, emotividad y sorpresa con el usuario para hacer posible diversas acciones y ocupaciones del espacio.
La imagen de estos objetos es resultado del mestizaje entre lo anedotico y lo tangible. Por un lado, replican la fisionomía de un robot, aluciendo al imaginario de una maquina programada para el servicio y la reciprocidad. Pero al mismo tiempo, establecen un parentesco con los equipos de panadería intastalados en la zona técnica – tajadoras, hornos, cabina de crecimiento, batiadoras-, que en virtud de su pequeña escala se observen como una extensión de la producción en el espacio de venta y viceversa.
Reivindicaciones de los doméstico Hemos diseñado un cieloraso de sección variable como una geometría complementaria a la continuidad del suelo. La secuencia de quince franjas quebradas que los conforman, asumen un rol indicativo de los espacios, identificando cada zona con lucernarios de color o funcionado como ecualizadores de olor que se conectan a los hornos para extraer el olor a pan fresco. Pero al mismo, la geometría está pensada para ocupar el espacio por contraste y controlar la atmosfera de manera que se simulen algunas condiciones propias de un ambiente domestico como la calidez del color, el espacio contenido, la iluminación indirecta o la posibilidad de ofrecer salas o diferentes formas de sentarse, en especial para los visitantes asiduos.
Aludiendo nuevamente a la capacidad efectista del cielo raso – al igual que a la de los robots- buscamos construir una escenografía de ficción, iluminada y performativa, más abierta al intercambio y a la posibilidad de perder la certeza de los acontecimientos que se puedan producir en el espacio.
Buenos días Sr. Panadero El proyecto incluye dos grandes ventales que enmarcan las zonas de trabajo de panadería y cocina y las hace visible de la zona de consumo y compra. Este nivel de transparencia de los procesos productivos, constituye una canal adicional de comunicación de los valores del producto y permite, con la interacción entre panaderos y clientes, formalizar la idea de calidad que supone la mezcla entre procesos técnicos de alta tecnología con la fabricación artesanal de los productos. Al mismo, permite que entren en escena de manera continua, una población de equipos de panadería de alta gama, de las que se ha derivado parte del lenguaje formal del mobiliario.
